Por: Freddy Núñez frenumi@hotmail.com
Este escrito está motivado en lo publicado por el señor. David Álvarez Martin en su columna de opinión: Bitácora para Lucidos, Bajo el Titulo, “¿Era Duarte Dominicano?” del periódico El Día del viernes 4 de octubre en curso, en su página 30, para ser exactos.
Este escrito tiene base en el derecho que tiene el señor. Álvarez Martin de emitir su opinión sobre el tema que desee, que en un régimen democrático como el nuestro está garantizado, pero que al hacerla pública le da el derecho, y en este caso creo que el deber a cada ciudadano de este país de emitir la suya en sentido contrario.
Lo primero que debo decir al escrito de marras, es que el estado Dominicano por definición, es Republicano, es decir que como Republica su existir está fundamentado en el Imperio de la Ley (se hagan cumplir o no), por lo tanto lo que todos los ciudadanos esperamos es el cumplimiento de las leyes en todos los casos.
La constitución de la republica vigente (2010) como observa el escritor mencionado, establece claramente que todo nacido de ilegales en territorio dominicano no es Dominicano, no le corresponde la nacionalidad dominicana, y las anteriores versiones de la constitución también lo decían, solo que no con tanta claridad como la actual, pero si lo decían, e incluso existe una jurisprudencia de la antigua sala constitucional de la Suprema Corte de Justica dominicana afirmando y confirmando esa realidad legal.
Creo que el escrito mencionado anteriormente no solo quiere confundir y manipular la realidad y las mentes de los incautos y desinformados lectores, en cuanto a la sentencia dada por el Tribunal Constitucional, que en base a un legal mandato de la carta magna de la nación emitió un correcto veredicto a un conflicto planteado.
Es cierto que Juan Pablo Duarte Nació Español, y por el hecho del estado haitiano invadir el lado de la isla ocupado por los recientemente declarados Independientes, (Ver José Núñez de Cáceres, 1ero. de diciembre de 1821), fue hecho haitiano como todos los habitantes de ese lado de la isla, así mismo como Simón Bolívar era español antes de ser venezolano, como George Washington era ingles antes de ser norteamericano, y por su decisión, valor y sacrificio asumieron la nacionalidad de los países creado por ellos, asimismo Juan Pablo Duarte decidió ser dominicano.
En el artículo escrito por Álvarez Martin continúan una serie de comentarios que nada tienen que ver con el tema de la sentencia legal del TC, lo sucedido a Duarte, los hechos de Trujillo, el golpe de estado a Bosch, la invasión del 65, una cantidad de conexiones históricas traídas por los cabellos, para como dije, confundir a los incautos.
Pero donde creemos hace gala de la más maliciosa e incoherente conexión es cuando afirma que cito: “El pecado Original de nuestra nacionalidad es que se ha articulado en base al autoritarismo, la corrupción, el racismo, y la explotación de los más pobres de nuestra isla”, fin de la cita. Fíjense bien como el autor une nuestra nacionalidad al racismo, y a la explotación de los más pobres de nuestra Isla, es decir que nuestra nacionalidad está articulada en la explotación de los pobres del lado haitiano, además de los nuestros claro está, que perseguirá con esta absurda expresión, pues creo que si los pobres haitianos son explotados en nuestro país, primero tienen que atravesar la frontera, O no?. Vemos aquí como se manipula la nacionalidad Dominicana que fue definida por Juan Pablo Duarte, los trinitarios, todos los independentistas y restauradores, no me voy a referir a la parte del autoritarismo y la corrupción pues es una lucha que aun hoy día tiene lugar en el país y parece será por mucho tiempo.
¿Racismo?, nuestra raza con base en una mezcla o mestizaje del blanco español, el indio nativo, y el negro africano, se define mayoritariamente entre un mulato, a veces negro y unos blancos “jipatos” o “jabaos”, siempre ha tenido un gran respeto por todas las razas y colores, en nuestro país desde la misma independencia, se eliminó todo vestigio de esclavitud, o de dominio de una raza sobre otra, como no ocurrió y ocurre hoy día en Haití, en ninguna de nuestra ciudades se obliga a una persona de piel negra a montarse en autobuses exclusivos o en la parte trasera del mismo, a ningún ciudadano negro se le impide inscribir sus hijos en una escuela o colegio especifico, pues siempre y cuando disponga del dinero para pagar en este último caso, pueden hacerlo, no hay ni ha habido segregación de negros o cualquier color de piel para vivir en el lugar, ensanche, urbanización o edificio, pues si tienen el dinero para comprar su casa donde les dé la gana, pueden hacerlo, las personas de color (como son llamados por algunos) pueden entrar a cualquier espectáculo, restaurante, tienda o espacio público del país, incluso los haitianos y de otras nacionalidades que se encuentran ilegalmente en el país lo hacen, entonces ¿de qué racismo es que me hablan?
Creemos que la sentencia del TC tiene su base en lo que indica la ley, y como toda democracia se le debe permitir a cualquier ciudadano que opine sobre este y cualquier tema, lo que no debe aceptarse es la manipulación maliciosa y aviesa de los temas, sobre todo uno tan sensible como este, y tampoco se debe permitir que por razones de cualquier índole se le pida a nuestras instituciones que desconozcan el marco legal, porque ¿entonces de que habrá servido que Duarte quisiera ser Dominicano?.
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